Aprende a elegir asertivamente la energía que atraes a tu momento presente.

Como Seres Humanos conocemos el tema de la energía que nos enseñaron mediante la ciencia, que dice que ésta se encuentra en todos los aspectos de la vida y su interacción. Pero, poco nos han mencionado el aspecto de energía individual enfocado en las interacciones que se produce teniendo como muestra un solo cuerpo. Por ejemplo: En la materia de Física que llevamos en la escuela nos enseñaban que para hallar la respuesta X del enunciado, debemos observar ¿Qué sucede con ambos cuerpos?, entre otros aspectos más para encontrar la solución o el resultado, entendimiento, comprender ¿qué ha pasado y cómo lo hemos realizado?... Más no, en ¿Qué ha pasado exactamente con el cuerpo A y que reacciones ha producido en base a sus acciones y decisiones? A lo mejor, esto lo observan los científicos de la física cuántica, que entienden la vida de una manera distinta. Y, ¿Cuál es esa manera?
"Un estudio por científicos explica que las flores necesitan agua y luz para crecer y la gente no es diferente. Asimismo, aseguran que todos los cuerpos físicos poseen la propiedad en ser como esponjas, absorbiendo del ambiente. Teniendo como opinión en base a esto el por qué existe el sentimiento de incomodidad en algunos grupos específicos donde hay una mezcla de energía y emociones".
Nosotros los humanos, estando dentro del planeta Tierra, junto a las demás especies, somos nuestro propio sujeto de experimentación. Nos observamos entre nosotros mismos y nos conocemos. Como lo hace el hombre con la ciencia, los animales con su instinto y la vegetación con su máxima conciencia. Teniendo algo en común que nos ayuda en este proceso natural y evolutivo: La energía.
La energía existe en todas partes y nosotros la sentimos día a día, aunque, el sistema educativo en muchos países del mundo no nos menciona sobre la importancia por observarla, reconocerla y trabajarla o convertirla en nuestras propias vidas, solo la sentimos de manera inconsciente y por este motivo, no conocemos reacciones de máximo nivel. Este sistema posee un gran descuido sobre este tipo de conocimiento. En fin... Un ejemplo para manifestar nuestra energía es:
Cuando un hijo abraza a su madre, brota y siente su energía.
Cuando un hijo discute con su madre, brota y siente su energía.
Cuando un hijo escribe una carta a su madre, brota y siente su energía.
Toda Acción conlleva una Reacción y si enfatizamos sobre esto, si comenzamos a indagar sobre las propias acciones de cada uno, podremos ver que también se basan en las decisiones que tomamos en el momento presente. ¿A qué presto atención? ¿Cuál es la energía que broto por esa atención?, ¿Dónde me encuentro? ¿Cuál es la energía que broto al encontrarme en ese lugar?, ¿Qué hago? ¿Qué escucho? ¿Qué siento? ¿Qué observo? ¿Cuál es la energía que broto por todo esto? Reconocer estas grandes interrogaciones nos permite elegir el tipo de energía que creamos para nuestro ser en nuestro día a día.
Asimismo, prestar atención a la energía que producimos es de gran importancia en nuestras vidas ya que, es la que emanamos al mundo y la que después, reacciona convirtiéndose en algo que recibimos. El trabajo que uno mismo decide hacer en su vida para convertirse en lo que realmente es y sentirla como tal, requiere de la propia decisión por ver el mundo con atención y conciencia.