MEJORA TUS HÁBITOS Y COSTUMBRES

1. No comas mal. Aliméntate saludablemente. Tu cuerpo es tu templo, sé consciente de lo que consumes para cuidar de ti mismo. Tu cuerpo es tu herramienta para hacer todo lo que quieres hacer, no lo ensucies ni lo maltrates con productos industrializados llenos de químico y veneno. Desacostúmbrate a lo que no es bueno para ti y aprende por ti mismo cómo cuidar y mantener en buen estado al cuerpo que la vida te ha encomendado. Consume frutas frescas, verduras, semillas, agua mineral, cereales integrales y pescado. Poco a poco, ve soltando harinas blancas, azúcar, carne y químicos.

2. Haz ejercicio físico, muévete, siente cómo tu cuerpo gana con constancia las habilidades que puede desarrollar si te ejercitas. Estira y activa tus músculos a diario. Limpia tu energía y renuévate. Elimina el cansancio y la piedra que llevas cargando lleno de toxinas que se acumulan por la fatiga, esto puede generar estrés y ansiedades. Libérate con movimiento y mejora tu salud.

3. No permitas que los pensamientos negativos te conduzcan a la contaminación de tu alma. No dejes que tu mente se llene de recuerdos del pasado que intoxican a tú ser y a tu estado presente, ni anticipes sucesos que te generan ansiedades o descontrol. Cada pensamiento negativo genera una reacción negativa y entras a un sinfín de auto daño que con el tiempo podrías llegar a la resignación y una vida de amargor.

4. Evita la violencia verbal y no vivas fijándote en los aspectos negativos que encuentras en los demás. No te permitas ser una persona dañina y ve en busca de lo que te dirige a sanar las heridas.

5. Sé libre, sé auténtico, sé tú mismo y aléjate de lo que tu propia mente crea para generarte discordia.